Durante las actividades cotidianas en el aula es común encontrarnos con momentos de mucha actividad, ruido e impaciencia que imposibiliten la atención, retención y aprendizaje de los estudiantes durante la jornada, en estos momentos es recomendable practicar con ellos ejercicios que les permitan regular sus emociones.
La meditación es una actividad milenaria con resultados científicos sobre el cerebro, los cuales han comprobado que esta práctica permite mejorar la concentración, además de permitir a los más pequeños disfrutar de un momento para detenerse y relajarse.