Brecha tecnológica en México: desigualdad en recursos digitales

De acuerdo con el informe Tecnología en la educación de la UNESCO, algunas herramientas digitales educativas mejoran el aprendizaje de los estudiantes en áreas específicas de acuerdo a ciertos contextos, bajo condiciones adecuadas como equipamiento, conectividad, capacitación docente y política pública clara. Sin embargo, el acceso desigual a estas tecnologías amenaza de manera constante con profundizar las desigualdades, ya que sin medios digitales diversos estudiantes pierden oportunidades de aprendizaje importantes.

En México, el 52.7 % de estudiantes de educación básica enfrentan la falta de recursos digitales en sus escuelas, lo que implica carencia de computadoras, software educativo o conectividad estable, según datos recientes publicados por El Economista y otras fuentes nacionales. En comparación, Brasil y Chile presentan cifras mejores, ya que ambas naciones han logrado niveles más altos de cobertura digital escolar, lo que favorece aprendizaje más activo y modalidades híbridas o basadas en tecnología.
Estos resultados de la OCDE y organizaciones educativas internacionales señalan que aunque la tecnología tiene el potencial de ampliar oportunidades, su eficacia depende de que todos los estudiantes la tengan al alcance. De lo contrario, se corre el riesgo de que la brecha digital reproduzca desigualdades, ya que estudiantes con más recursos continúan avanzando, mientras que los más desfavorecidos ven limitada su capacidad para aprender de forma autónoma, acceder a recursos digitales y desarrollar competencias digitales esenciales para el futuro.

Ante esto, se vuelve cada vez más urgente que los docentes se capaciten en el uso de herramientas digitales, tanto para integrarlas en sus prácticas pedagógicas como para acompañar a sus estudiantes en el desarrollo de habilidades digitales. Si bien parte de la solución se encuentra en la inversión y políticas públicas, no se debe descuidar la importancia de la participación docente en este rubro, puesto que la formación docente, la actualización continua, el uso ético y efectivo de la tecnología pueden ayudar a mitigar esta brecha, recordemos que el uso adecuado de los recursos digitales puede potenciar la enseñanza, favorecer el aprendizaje activo, y preparar mejor a los estudiantes para un mundo cada vez más digitalizado.

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Imagen de referencia: PxHere