Aprender ciencias es considerada una de las bases fundamentales de la educación, es por ello que se enseñan matemáticas, ciencias naturales y geografía en la primera etapa escolar. Sin embargo, va más allá que sólo aprender fórmulas y conceptos, la importancia radica en impulsar el pensamiento científico a través de la investigación, saber de dónde surge la ciencia y cómo afecta la vida cotidiana.
En realidad, la curiosidad científica nunca acaba, se construye a través de la observación y la capacidad de asombro, un proceso innato en la etapa infantil del ser humano, pero que pareciera perderse al llegar la adolescencia o la etapa adulta.
Sin embargo, la ciencia está presente en todo lo que nos rodea y significa infinidad de oportunidades para que los niños aprendan sobre su entorno, al mismo tiempo explotar su capacidad de asombro para motivarlos a desarrollar el pensamiento científico también les ayuda a potenciar otras habilidades.
Como docente es necesario enfocar la mente hábil de estas nuevas generaciones para guiarlas por la obtención de nuevos conocimientos que fomenten su aprendizaje y refuercen sus estructuras mentales. Es decir, tomar su interés y curiosidad para redirigirlos de manera adecuada mediante un pensamiento científico estructurado, ya que la finalidad es fomentar su curiosidad, investigación y creatividad a través de la ciencia.
Algunas recomendaciones a implementar en el aula:
- Aprender a observar cuidadosamente es un paso sumamente importante que conduce a explicaciones científicas. Compartir experiencias sobre el mundo con los alumnos e intercambiar información con ellos sobre lo que se observa es muy importante.
- Alentar a los alumnos a plantear preguntas. Es normal que no sea posible contestar todas las preguntas, puesto que aún no existen todas las respuestas, pero ello solo es un incentivo para la investigación. Por ejemplo, no se conoce una cura para el resfriado, pero sí sabemos cómo se transmiten las enfermedades entre personas y es posible investigar cómo prevenirlo o tratar los síntomas.
- Algunas de las mejores respuestas a ofrecer es a través de una investigación en conjunto, “¿Qué piensas tú?” o “Vamos a investigarlo juntos.”
- Proponer posibles soluciones sobre un tema en plenaria es un indicio de plantear hipótesis, que posteriormente podrían ponerse a prueba, revisar a través de materiales de referencia, internet o preguntar a otras personas expertas en el tema.
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Folleto de referencia:
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