La educación financiera comprende un conjunto de conocimientos que ayudan a entender cómo funciona el dinero en distintos niveles (país, familia e individuo) para realizar una gestión correcta de las finanzas personales y tener una buena calidad de vida. Se espera que en el próximo ciclo escolar los libros de texto contengan temas que ayuden a los alumnos a comprender conceptos de ahorro, crédito e inversiones, entre otros.
La educación financiera es necesaria, por lo cual es fundamental aprovechar la gran capacidad de aprendizaje y curiosidad durante la infancia para que desde educación básica los alumnos aprendan a gestionar sus finanzas.
Para fomentar este aprendizaje es posible encontrar información, talleres, lecturas y juegos que promueven la educación financiera de manera gratuita. Algunas de las opciones para acceder a esta información son:
Algunos conceptos básicos que es fundamental conocer para enseñar educación financiera son:
- Gastos. Es fundamental que los gastos estén controlados y se encuentren por debajo de los ingresos para poder ahorrar. Se trata de llevar un control sobre los gastos, identificar gastos innecesarios para reducir el total del gasto. También es importante conocer la diferencia entre gastar en activos (que generan más ingresos) y gastar en pasivos (por ejemplo, la compra de un vehículo, que supone gastos como la gasolina, el seguro o las reparaciones).
- Ingresos. Los ingresos suelen estar compuestos por un salario que se recibe por el trabajo que se realiza o por ingresos derivados de un activo (por ejemplo rentar una propiedad) o actividad por cuenta propia.
- Ahorro. El control de gastos nos permite ahorrar para hacer frente a imprevistos como gastos inesperados para alguna reparación, accidentes o tratamientos médicos.
- Inversión. El ahorro, a su vez, ayuda a invertir en activos que generen ingresos que ayuden a superar períodos de crisis o que se puedan vender en el futuro una vez que hayan aumentado su valor.
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