Estrategias para mejorar la atención de los alumnos

Sabemos que el trabajo docente no es una tarea fácil, mantener la atención de un niño por más de 20 minutos es ya un reto por sí sólo. Sin embargo, la labor docente exige mantener la atención de varios niños con distintas habilidades e intereses atentos por periodos de más de dos horas, a simple vista podría parecer una tarea sumamente difícil, no obstante la experiencia de generaciones nos ha demostrado que no solo es posible, sino que además es la base de la educación moderna.

Para contribuir a esta labor, compartimos algunas estrategias para mejorar la concentración de los alumnos al momento de la clase:

  • Realizar movimientos y cambios en el tono de voz

Es indispensable mantener un ambiente activo que invite a los alumnos a mantenerse alertas. La postura activa y el uso adecuado del tono de voz por parte del docente son herramientas fundamentales para mantener a los estudiantes comprometidos y receptivos durante la clase, fomentando un ambiente de aprendizaje más efectivo.

  • Fomentar la participación de los alumnos

Formular preguntas y fomentar la colaboración, ayuda a los estudiantes a mantenerse atentos para responder, así como para comprender los argumentos que presentan sus compañeros. Las clases dinámicas y participativas contribuyen a un aprendizaje más efectivo y a un ambiente de aula más comprometido.

  • Emplear herramientas tecnológicas

La integración de herramientas tecnológicas en el aula es crucial para desarrollar nuevas habilidades y tareas académicas, estimulando el interés y la atención de los estudiantes. También promueve una mayor participación en las actividades escolares y crea un ambiente de aprendizaje enriquecido.

  • Realiza pausas activas

La pausa activa es una interrupción de 3 a 5 minutos en la clase que se realiza cada 50 minutos o cuando el profesor lo considera necesario. Durante este tiempo, se realizan actividades físicas simples como bailar o saltar, o se llevan a cabo desafíos breves. Esta dinámica tiene un enfoque lúdico que motiva a los estudiantes a cambiar la rutina habitual del aula. Beneficia tanto a nivel psicológico como social, ya que promueve el movimiento, mejora la atención, aumenta la velocidad de procesamiento, reduce el estrés y fomenta la creatividad y el trabajo en equipo.

  • Genera curiosidad al inicio de la clase

Es común utilizar el inicio de la clase para corregir tareas o deberes del día anterior, sin embargo algunos expertos sugieren centrarse en introducir conceptos nuevos y relevantes que despierten la curiosidad de los alumnos. Una pregunta provocadora relacionada con un problema real puede ser efectiva para motivar la investigación y el aprendizaje activo. 

El inicio de la clase es un momento crítico para el aprendizaje, ya que se recuerda mejor lo que ocurre al principio.

  • Aprovecha el inicio de la clase

Durante la mitad de la clase, se puede fomentar la reflexión a través del trabajo cooperativo y al final se puede realizar un repaso de los conceptos clave. Este enfoque ayuda a mantener la atención y a facilitar el proceso de aprendizaje.

 

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Foto de Steve Johnson: https://www.pexels.com/es-es/foto/fotografia-en-primer-plano-de-anteojos-cerca-de-papeles-arrugados-963056/